Se utilizan en una variedad de aplicaciones, como emulsionantes, agentes humectantes, detergentes, agentes espumantes y dispersantes. El término "tensioactivo" se refiere a una mezcla de sustancias tensioactivas y fue acuñado alrededor de 1950. Los surfactantes tienen una cola hidrófoba (que odia el agua) y una cabeza hidrófila (que ama el agua). El extremo terminal de la mayoría de los tensioactivos consiste en una cadena de hidrocarburo ramificada, lineal o aromática.

La cabeza de un surfactante puede tener una carga neta positiva o negativa, o puede contener dos grupos con carga opuesta. Los tensioactivos se clasifican en no iónicos, aniónicos, catiónicos, anfóteros, etc. dependiendo de la composición de su cabeza. Los tensioactivos comunes de cada tipo incluyen sulfatos, sulfonatos, fosfatos y carboxilatos.